Las fracturas de los niños difieren de las de los adultos debido
principalmente a que los huesos en aquéllos tienen diferencias estructurales y
anatómicas, fisiológicas y biomecánicas que hacen posible que aparezcan
determinados tipos de fracturas que entrañan no solamente problemas
diagnósticos específicos, sino que además, en la mayoría de casos, los
planteamientos de los tratamientos sean diferentes a los utilizados en el
adulto. Por esto, la clásica frase de que “los niños no son precisamente
adultos pequeños” sería plenamente aplicable aquí.
Las diferencias con el hueso adulto serán:
Diferencias Anatómicas
a)Presencia de cartílagos de crecimiento o fisis, que van a condicionar que se puedan localizar fracturas a este nivel y dos hechos posibles. Uno de ellos, de mal pronóstico, por aparición de una deformidad progresiva; el otro, la corrección por remodelamiento de una fractura viciosamente consolidada.
b)Periostio grueso, osteogénicamente activo y bien vascularizado, fácilmente separable del hueso y que puede cumplir un papel estabilizador importante cuando su rotura no es completa.
c)Estructura ósea más porosa y mejor vascularizada, especialmente en las metáfisis, lo que hace que sean raras la pseudoartrosis y retardos de consolidación en el niño. Las consolidaciones serán igualmente rápidas, lo cual lleva a un riguroso control radiográfico de las fracturas en las dos primeras semanas, puesto que luego será difícil su corrección por manipulación.
d)Presencia de epífisis sin osificar que, según la edad del niño y en determinadas localizaciones, plantean problemas diagnósticos radiológicos ante una fractura.
Diferencias Fisiológicas
a)Crecimiento y remodelación ósea muy activos, siendo común la corrección espontánea de algunas fracturas mal consolidadas.
b)Consolidación rápida de las fracturas, con períodos de inmovilización no más cortos que en el adulto.
c)Posibilidad de aparecer una deformidad progresiva si se lesiona parcialmente un cartílago de crecimiento.
Diferencias Biomecánicas
a)Hueso con diferente coeficiente de elasticidad y, por tanto, con posibilidad de sufrir mayor deformidad elástica que el adulto, pudiendo incluso llegar a producirse incurvaciones plásticas.
b)Los ligamentos suelen tener más resistencia a su rotura que los cartílagos de crecimiento.
Luego, siempre hay que tener presente que es más frecuente durante el período de crecimiento la fractura fisaria que el esguince.
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