1.Obtener una consolidación precoz.
2.Evitar los desplazamientos de los fragmentos una vez obtenida la reducción.
3.Evitar la lesión y trastornos de los cartílagos de crecimiento.
4.Evitar la aparición de complicaciones.
En el niño, a diferencia del adulto, es preferible el tratamiento
En el niño, a diferencia del adulto, es preferible el tratamiento cerrado de las fracturas, quedando el quirúrgico o abierto para algunas circunstancias o fracturas concretas. Los factores que llevan o justifican esta actitud son:
a) Presencia de un grueso periostio que ayuda a estabilizar la fractura una vez conseguida la reducción.
b) Buena tolerancia de los métodos de inmovilización, siendo desconocidas la rigidez articular y la atrofia por desuso
c) Rápida curación de las mismas que, por tanto, precisan tiempos cortos de inmovilización;
d) Capacidad del hueso infantil para remodelar una fractura defectuosamente consolidada, siendo innecesarias muchas veces, las reducciones anatómicas que requiere el adulto.
Maniobras de reducción: Es aconsejable la anestesia general o sedación profunda del niño para obtener una correcta reducción.
Debe consistir en invertir el mecanismo traumático que originó la fractura y llevar el fragmento distal a la posición en que se encuentra el proximal.
Para ello, se necesitará neutralizar las fuerzas musculares que actúen sobre dichos fragmentos, así como relajar los tejidos blandos que han quedado íntegros y que rodean el foco de fractura. A veces, para conseguirlo hay que angular los fragmentos.
Inmovilización: Una vez conseguida la reducción, puede conseguirse la inmovilización mediante dos métodos, el vendaje enyesado o la tracción longitudinal sobre el miembro fracturado, bien en forma percutánea o bien transesquelética, mediante clavos transfixiantes.
Vendaje enyesado: es la forma más común de inmovilización de un miembro fracturado,extendiendo el vendaje una articulación por arriba y otra por debajo de la fractura.
Inconvenientes del tratamiento cerrado. A pesar de ser el método de tratamiento más utilizado en niños, no está exento de ciertos inconvenientes, tales como:
- No proporciona una inmovilización rígida de los fragmentos de la fractura.
- Siempre existe la posibilidad de desviaciones de fragmentos y consolidaciones viciosas.
- Puede aparecer síndrome compartimental (1%) debido o 540 a la compresión por el yeso.
- En fracturas que requieren ingreso, la pérdida de escolaridad y estancia hospitalaria puede ser importante en algunas fracturas.
- Algunos tipos de yeso son incómodos para el niño y la familia (yesos pelvipédicos).
- Los vendajes enyesados exigen ser renovados con alguna frecuencia y ser vigilados de forma más exhaustiva que los del adulto.
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